El tratamiento de la hiperpigmentación a menudo implica el uso de ingredientes que pueden ayudar a aclarar la piel, reducir la inflamación y prevenir la formación de más pigmento. Aquí te explicamos por qué se utilizan comúnmente el ácido glicólico, el ácido mandélico y los inhibidores de la tirosinasa:
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Ácido Glicólico: Este es un alfa hidroxiácido (AHA) derivado de la caña de azúcar. Funciona exfoliando la piel, ayudando a eliminar las capas superiores de células muertas de la piel y revelando las células más nuevas y más claras debajo. Esto puede ayudar a desvanecer las áreas de hiperpigmentación con el tiempo.
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Ácido Mandélico: Este es otro AHA, pero se deriva de las almendras amargas. El ácido mandélico tiene moléculas más grandes que el ácido glicólico, lo que significa que penetra en la piel más lentamente y es menos probable que cause irritación. Es particularmente bueno para los tipos de piel sensibles. Al igual que el ácido glicólico, ayuda a acelerar la renovación celular y eliminar las células pigmentadas.
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Inhibidores de la Tirosinasa: La tirosinasa es una enzima que es crítica en la producción de melanina. Al inhibir esta enzima, estos tratamientos pueden ayudar a prevenir la formación de nuevo pigmento. Entre los inhibidores comunes de la tirosinasa se incluyen ingredientes como la hidroquinona, el ácido kójico y el ácido azelaico.
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Recuerda que, aunque estos tratamientos pueden ser efectivos, no son soluciones rápidas. Puede llevar varias semanas o incluso meses ver resultados significativos. Además, la protección solar es crucial durante y después del tratamiento para prevenir más hiperpigmentación.
